Román Uñates tiene 11 años y es una de las grandes promesas del equipo de karate del club. "Tiene un gran futuro por delante", dijo Néstor Parreño, el entrenador.
El equipo de karate de Boca lleva muchos años de éxitos y gran parte de esos logros se basan en la planificación a largo plazo. Los entrenadores Néstor Parreño y Marina Regules trabajan con atletas de todas las categorías y prestan especial atención a los juveniles. Ahí es donde se destaca Román Uñates.
Román tiene 11 años, es de Barracas y se sumó al club en 2016. "Queríamos que haga deporte. El fútbol no le gustó. Estaba por empezar en natación y le gustó el karate", recordó Mario, su padre. "Al poco tiempo participó de un torneo y ganó su primera medalla. Y le gustó", agregó. Así fue como comenzó su camino en este deporte.
¿Cómo es Román a la hora de competir? "Es prolijo y respetuoso, se desenvuelve con mucha confianza. Fue creciendo mucho y se nota que le gusta", explicó Mario. Los resultados están a la vista: en 2019, fue medalla de bronce en el Mundial de Brasil. Ya llegó al cinturón marrón con tres puntos negros y está a punto de rendir para pasar a ser cinturón negro.
Aquel bronce mundial fue un hito para la corta carrera de Román. "No lo podíamos creer", rememoró su padre. No solo explica su gran presente sino que le pone un gran desafío por delante: está clasificado para el próximo Mundial, que se llevará a cabo en Italia en 2021. Él, de todas formas, toma esta disciplina con mucha naturalidad: "Disfruto de representar al club, lo mejor es cuando entreno. Ahora me preparo con todas las ganas para el Mundial".
Mientras sigue con las clases en la Escuela Normal Superior N°5, Román continúa con el karate y mantiene su sueño: quiere llegar a ser profesor de este deporte. "A veces va más temprano a las clases y ayuda a los más chicos. Vemos que le gusta y nos admiramos por la pasión", reveló Mario.
Para Néstor Parreño, su entrenador, se trata de un joven entusiasta con ganas de más: "Román está haciendo un gran trabajo y ya tuvo varios resultados muy buenos. No solo es un gran proyecto deportivo sino que tiene unas condiciones bárbaras para llegar a ser profesor salido del club". Y lo ve como líder de una gran camada: "Tiene condiciones para enseñar, técnica, paciencia y sabe mucho de teoría e historia. Román forma parte de un grupo de chicos de su edad que son del riñón del club y tienen un gran futuro por delante".