Boca cayó ante Fluminense en tiempo suplementario en el partido jugado este sábado en el Maracaná.
Se persiguió un sueño durante todo el año. Boca estuvo ilusionado desde el sorteo de la fase de grupos con la posibilidad de ganar la Libertadores. Y cayó de pie en el Maracaná, jugado tiempo suplementario. No fue el final soñado para la película, pero queda la sensación firme de que se dejó todo.
Tras la clasificación en el grupo, llegaron los cruces ante Nacional, Racing y Palmeiras. En ellos, el equipo no se guardó absolutamente nada, pasó todas las fases y se ganó por derecho propio la posibilidad de jugar la final en uno de los estadios más míticos del planeta acompañado por una multitud.
Los goles de Cano, Advíncula y John Kennedy pusieron la chapa final. Pero iremos por más, siempre. La camiseta así lo exige, el escudo del club está vinculado desde siempre con el ir para adelante ante cualquier situación. Boca se va a levantar, todo lo que parece imposible solo tarda un poco más.
En lo inmediato aparecen dos frentes de combate: Copa de la Liga y Copa Argentina. El próximo miércoles, desde las 19, el Xeneize visitará a San Lorenzo por una nueva jornada del certamen doméstico. Y competirá claro, porque Boca nunca teme luchar. Su gente que conmovió al planeta en Rio ya lo sabe.
